Vārdi:
Albertucho Que Se Callen Los Profetas

y que se callen los profetas que mi incredula vineta no quiere saber si hay mas que no le importa el que vendra. Que no le importa el que vendra y voy

el interesante. Y este es el frio que amenaza, que se esconde en la desgracia del que nunca sentira, y es el mismo que magulla, que se infecta en la certeza

uno, si recuerdan el color de aquellas flores que envolvian a los poetas, si es que estuviesen marchitas necesito que aparezcan, que la rieguen con su llanto, que se

ni almohada, el toque de queda de mis madrugadas, toda mi cabeza, menos la que piensa, es duena y senora de la incontrolable que se pone tiesa. Marquesa

: No me digas que te puedo defraudar no me digas que me encierro en mis adentros y que atento a la verdad que con esas palabritas que hago caminar quiero

cuestionarse que vendra, un verso nuevo en soledad. Un verso nuevo en soledad, un verso nuevo y nada mas. Que no me gusta el porvenir, y si me obligan que

al ladron que le engano a la manana, diciendo que no habia luz, que la noche no se acaba. No quiere amor de carton que se deshace en el agua, no aspira

son felpudos donde se limpian las botas tus recuerdos que me azotan. Pues mi voz, cuando me canta al oido, yo la echo enfurecido, pues arana los latidos de mi arteria mas macarra, la que

Se derrumba todo y yo sigo estando quieto Todo por los vicios que me das, lo que yo quiero Tu no te preocupes, sabes que te soy sincero Como se te olvide